Bajo mantenimiento y eficiencia costosa
Las ventajas prácticas de unas buenas puertas WPC son particularmente evidentes en sus mínimas necesidades de mantenimiento y su eficacia económica a largo plazo. A diferencia de las puertas tradicionales de madera, que requieren mantenimiento regular, incluyendo pintura, tinte y sellado, las puertas WPC mantienen su apariencia y funcionalidad con mínima intervención. La resistencia inherente del material a las manchas, rayones e impactos reduce la necesidad de reparaciones y retoques. La limpieza es sencilla, generalmente basta con limpiar ocasionalmente con productos de limpieza domésticos estándar. La inversión inicial en una puerta WPC se compensa con importantes ahorros en costos de mantenimiento durante toda su vida útil. Su excepcional durabilidad significa que se necesitan menos reemplazos, reduciendo los gastos a largo plazo. Además, su contribución a la eficiencia energética del edificio mediante propiedades superiores de aislamiento puede dar lugar a reducciones notables en los costos de calefacción y refrigeración.